Transformación Digital: La última milla

Bajo el engañoso concepto acerca de la Transformación Digital, en que se cree que simplemente se trata de incorporar tecnologías de la información en forma compulsiva y desordenada, debemos señalar que esto es lo más lejano a lo que debemos entender, pues ella no sólo trata de tecnología, sino que más bien de estrategia, de procesos y personas, involucrando a la organización como un todo.

A continuación, viene un aspecto que no es muy abordado y habitualmente dejado en un segundo plano, como si la Transformación Digital mágicamente resolviera todo o como si su implementación estuviera exenta de desafíos adicionales o complejidades que atender.

Elección de tecnologías y proveedores adecuados

Dentro de algunas de estas complejidades podemos encontrar la elección las tecnologías más adecuadas; la selección del proveedor correcto junto con la modalidad de contratación y servicio; la implementación en alcance, costo y tiempo de los proyectos; la integración entre sistemas y procesos diversos que formen parte de la estrategia de Transformación Digital; así también como algunos componentes blandos complementarios como son el fomento de la adopción de las soluciones por medio de una adecuada gestión del cambio, capacitación, seguimiento y medición de resultados, sin dejar de lado una eventual revisión de la estructura organizacional.

Dentro de la selección de soluciones, dependiendo de lo específica que pueda resultar ser, nos podemos topar con que la solución (hardware y/o Software y/o equipos) esté estrechamente ligada a un proveedor en particular (solución propietaria), de manera que al escoger uno, en el fondo se escogen ambos a la vez, resultando ser una decisión crítica que puede embarcar a la empresa por muchos años. En esta circunstancia, el asesoramiento externo de una consultora que acompañe en este proceso, podría colaborar a reducir el riesgo, aportar transparencia, buenas prácticas en la generación de un proceso de compra incluyendo bases de licitación, Niveles de Servicio requeridos (SLA), multas asociadas, condiciones de operación, condiciones comerciales (precio, plazo, pagos, modalidad, boleta de garantía si aplica) y resguardos para las partes.

Asesoramiento en la Transformación Digital y mitigación de riesgos a largo plazo

Parte de los elementos más relevantes en un proceso de compra complejo son la búsqueda de soluciones (combinaciones de equipos, hardware y software), la validación de la dupla Solución-oferente y determinación del presupuesto estimado a través de lo que conocemos como RFI (Request for Information) el que puede ser abierto o por invitación a oferentes precalificados. Posteriormente, con el resultado del RFI (Request for Information), se analiza la información y se construyen las bases del proceso de compra mismo donde se debe contemplar las bases administrativas, bases técnicas y económicas. Este proceso formal de compra se le denomina RFP (Request for Proposal), que incluye los plazos e hitos del proceso de manera transparente para todos los participantes, colaborando así a la reducción del riesgo de fraude.